Donde pongo el ojo pongo la bala
Acabo de disparar al centro de una diana. ¡No puedo creérmelo! Cuando hace unos días Sebastián se ofreció, con esa peculiar forma que tiene de decir las cosas, a enseñarme a disparar, pensé que no era más que una treta para lavar su conciencia o de vigilarme sin que me diera cuenta. Desde que atracamos […]